Educar en positivo

Cada vez escuchamos más hablar de la importancia de educar utilizando la disciplina positiva, pero ¿a qué nos estamos refiriendo al usar este término? ¿cómo lo integramos en el día a día de nuestro centro?.

Cuando hablamos de educar en positivo hablamos de promover una educación basada en el respeto mútuo, la comprensión, el amor, la empatía y el uso del error como oportunidad de aprendizaje. Como docentes, partimos siempre de las necesidades de los niños respetando su naturaleza y dándoles el “empujoncito”necesario para aprender a autorregularse con el fin de convertirse en adultos capaces, con motivaciones propias y con capacidad de elegir sin que todo les sea impuesto. 

A la hora de integrar todo lo expuesto anteriormente en nuestro día a día como maestros en la escuela, son muchas la actuaciones que llevamos a cabo. 

• La escucha activa nos ayuda a descubrir cuáles son sus deseos, inquietudes e ideas.
• La empatía nos enseña a ponernos en el lugar de la otra persona. 
• Cambiamos los noes por “porqués”.
• Nos comunicarnos de manera asertiva. Es mucho más fácil para los niños actuar de un modo o de otro si saben lo que esperamos de ellos. 
• Les ayudamos a expresar sus sentimientos y les hacemos saber que van a ser valorados y tomados en cuenta. 
• Les dejamos decidir para favorecer su autonomía yautoestima. 
• Ponemos límites que tengan como base el respeto evitando el autoritarismo. 
• Alentamos  en vez de alabar, para poner el valor en el esfuerzo de intentarlo y no en el resultado final. 

Los beneficios que hemos ido observando en nuestro alumnado al haber implantado las actuaciones mencionadas anteriormente, son enormes, no únicamente en términos de confianza y seguridad sino en lo referente a la adaptación a las normas tanto de la escuela como del hogar. Confirmamos que se trata de la mejor estrategia para prevenir problemas comportamentales, mejorar las relaciones sociales con sus iguales y los adultos y afianzar la autoestima, autonomía y confianza en sí mismos.

Desde nuestro colegio y en nuestra práctica diaria, somos conscientes de que la enseñanza es un aprendizaje constante y de que siempre debemos apuntar hacia un lugar mejor en el que nuestros peques también puedan ser nuestros maestros.