Se acercan las merecidas vacaciones de verano. Cierto es que el curso ha sido largo y los niños quieren, y necesitan, descansar… Pero, también hay que sacar un rato para repasar. Un alumno que no repasa nada en todo el verano al incorporarse en septiembre no recordará lo dado, tardará más en adaptarse y el inicio de curso será complicado. Sin embargo, un alumno que ha repasado un poco, en el aula recordará muy fácilmente la materia del curso anterior y la adaptación será coser y cantar. Esto no quiere decir que los alumnos deban pasar el verano estudiando, ni mucho menos. Es hora de jugar, de ir a la playa, viajar, estar con la familia… Pero dos meses dan para todo. Si sacamos un ratito de lectura y un pequeño repaso, no más de 20 minutos al día, disfrutaremos al máximo del descanso y mantendremos un buen nivel para afrontar el siguiente curso escolar. ¡Feliz verano!
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