Hoy en día, colorear mandalas es una actividad muy frecuente, pues con ello, se mejora la concentración, la relajación y la expresión de determinadas situaciones emocionales. A través del dibujo y el color, el alumno es capaz de expresar sus miedos internos, pensamientos, ideas y estado de ánimo. A la hora de trabajar con los alumnos existen diferentes enfoques, los cuales dependen de la edad de los mismos.
Cuando son pequeños, se les dan las mandalas hechas y fotocopiadas, y tan sólo deben colorearlas a su gusto mientras escuchan música relajante. A los más mayores se les pide que ellos mismos las fabriquen con el uso de un compás, la regla y cartabón. De esta forma se acerca al alumno a la geometría de una forma más lúdica.
Son muchos los manuales que hay para un posterior análisis de las mandalas fabricadas y coloreadas por los alumnos , pudiendo ser examinadas por el profesor, por un compañero o por el propio alumno.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.