A medida que crecen y por sí solos, los bebés van adquiriendo de forma natural las destrezas de esta habilidad. Diariamente, se les irán presentando dificultades y es muy importante que se enfrenten a ellas para ir superándolas. También podemos ayudarles de diferentes maneras para que la alcancen más rápidamente y sea más efectiva.
Vamos a nombrar algunos ejemplos de actividades para desarrollarla desde tres puntos de vista: destreza de manos, destreza de dedos y la coordinación óculo-manual.
– Abrochar botones, cremalleras, velcros, corchetes, abrir y cerrar mochilas…
– Juegos de encajables, puzzles, pinchitos, collares de cuerdas y cuentas…
– Coger bien los cubiertos a la hora de comer.
– Pinza a la hora de coger el lápiz, punzón, gomets o piezas pequeñas.
– Juegos de coordinación con las manos, favoreciendo el movimiento de los dedos hacia arriba y hacia la palma de la mano, contar con los dedos…
– Recortar con tijeras, picar con punzón, aseo personal (lavarse las manos, los dientes, la cara…).
– Lanzar objetos intentando dar en un blanco.
– Tocar instrumentos musicales, aplaudir, coger objetos haciendo equilibrio…
El desarrollo de la motricidad fina en los niños y niñas de 3 a 6 años es muy importante, ya que influye de manera directa en su desarrollo integral, por lo tanto debemos estimularlo debido a que éste se encuentra presente durante toda su formación académica y en su vida diaria ( comer, asearse, vestirse, etc). Estas destrezas les ayudarán a realizar actividades cotidianas que les facilitará ser más autónomos día a día.
En definitiva, todo lo que trabajemos con ellos desde ahora facilitará un mejor desarrollo físico y emocional en la edad adulta.
Para realizar este artículo hemos obtenido información de las siguientes páginas web:
www.educapeques.com.
www.guíainfantil.com
www.kidsnclouds.es
www.eligeeducar.cl
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