Después ellos mismos eligieron si leerla en alto delante de sus compañeros o simplemente entregarla al profesor y que les sirviera de auto reflexión. Se sorprenderían si pudieran leer algunas de ellas (más de las que creen) en las que nuestros alumnos prácticamente lo que piden es atención y dedicación. Al colegio le piden fundamente que no les dejemos solos en su aprendizaje, que los acompañemos prácticamente de la mano (como hemos hecho hasta ahora, según ellos) hasta el final de su camino educativo entre nuestras paredes. En sus casas piden un poco más de atención cercanía y diálogo donde debido a su edad les resulta difícil de encontrar en muchos casos pues es típico que ellos se sientan incomprendidos en sus problemas de adolescentes.
Este artículo está escrito desde un análisis profundo por parte del profesor después de realizar la actividad con ellos. No podemos olvidarnos de que aunque nuestros alumnos vayan creciendo día a día y madurando, no dejan de ser lo que son: niños. Esa, en mi humilde opinión es una virtud que nadie debería perder, nunca tenemos que olvidar a ese “niño” que todos llevamos dentro.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.