Crear estrategias cognitivas será vital para lograr aprendizajes que permitan a los alumnos construir conocimientos sobre distintas áreas académicas y personales, ya que el desarrollo cognitivo está asociado a la capacidad de integrarnos y adaptarnos en la sociedad. Esta característica del desarrollo involucra diferentes funciones ejecutivas y habilidades como la resolución de problemas, la memoria, la percepción, la planificación, la atención o el lenguaje.
Desde el colegio estimulamos el aprendizaje desde edades tempranas incorporando en el día a día actividades basadas en la motivación y en el juego.
Uno de los procesos de enseñanza-aprendizaje más importantes es el proceso lecto-escritor. Para que los niños lo aprendan de una forma adecuada, tratamos de determinar qué procesos cognitivos intervienen en él y así contribuir positivamente a su desarrollo y evitar dificultades en su adquisición. Las actividades de grafomotricidad o grafismo creativo son un pilar fundamental para estimular este proceso.
Otro aspecto importante en el desarrollo de la lectoescritura, la lógico-matemática y en el proceso escolar y el desarrollo global de nuestros alumnos, son las habilidades de procesamiento visoespacial. Estimular estas habilidades ayudan a los niños a comprender la diferencia entre conceptos básicos como arriba y abajo, desarrollar la conciencia de su propio cuerpo en relación al espacio y, en definitiva, un sinfín de destrezas de orientación visoespacial que contribuyen positivamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje desde edades tempranas.
Pero sin duda, la clave para el aprendizaje de los más pequeños radica en la estimulación de la capacidad de atención y concentración. Para ello, es importante proponerles actividades y juegos partiendo de la forma en la que trabaja su mente y así ayudarles a seleccionar un estímulo determinado de entre todos los que les rodean, ya que en la actualidad con el avance de las nuevas tecnologías y la cantidad de materiales atractivos y reforzadores que tienen en su entorno, es complicado centrarse en un solo estímulo. Por ello, una buena metodología partiría de actividades y tareas atractivas y motivacionales, que les ayuden a mejorar la atención y la concentración en el proceso de enseñanza-aprendizaje, considerando este, no como una obligación, sino como una oportunidad de conocer y aprender de forma lúdica y divertida.
En la actualidad, podemos encontrar en la web, muchos recursos y multitud de materiales de estimulación cognitiva que pueden ser muy interesantes para llevarlos a cabo en el hogar, sin necesidad de contar con conocimientos específicos. De esta manera, enriqueceremos el proceso de enseñanza-aprendizaje de los más pequeños y reduciremos su frustración o sus reacciones negativas ante procesos como el de la lectoescritura. Por ello, llevar a cabo actividades de estimulación cognitiva en casa, será vital para el desarrollo global del niño.
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