Diversos estudios han puesto de manifiesto que la práctica deportiva durante la escolarización tiene numerosos efectos físicos y psicológicos.  Es un tema que preocupa tanto al sector educativo como al sanitario. De ahí que la salud deba ser objeto de educación e incorporarse en el proceso de enseñanza y aprendizaje en el centro educativo. Este artículo tiene como objetivo informar al lector de los beneficios y los hábitos más destacados para aprovecharse de los frutos de realizar actividad física de calidad durante el desarrollo de los estudiantes en edad escolar.

Beneficios

• Prevención del sobrepeso y la obesidad.
• Adecuado crecimiento y desarrollo de los sistemas cardiovascular, respiratorio, músculo-esquelético, digestivo y endocrino.
• Desarrollo de capacidades como la percepción espacial, coordinación motora, la agilidad y el equilibrio.
• Reducción de la ansiedad, el estrés y depresión.
• Ayuda en la mejora de autoestima, la capacidad de concentración, la memoria y la función cognitiva. 
• Mejora de competencias y cualidades, como la cooperación, la comunicación, el liderazgo, la disciplina y el trabajo de equipo. Logrando así una capacidad superior para afrontar las dificultades de la vida.
• Prevención de problemas sociales como la delincuencia, adicción a las drogas, alcoholismo, violencia familiar, etcétera.
• Reducción de factores de riesgo relativos a enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, hipertensión, hipercolesterolemia, entre otras patologías.
• Las personas sedentarias tienen más probabilidad de ingerir alcohol y de fumar más.

Hábitos y recomendaciones

• La OMS, recomienda, entre otros aspectos, que se acumule un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada.
• Se aconseja que durante las etapas de Educación Infantil y Educación Primaria la riqueza motriz sea la más alta posible. Es decir, que hasta los 12 años se practique todas las modalidades deportivas que sean posibles. A partir de la ESO, se puede empezar a elegir y/o especializarse en un deporte determinado.
• Es imprescindible que actividad física y valores vayan de la mano. Deportividad, juego limpio, respeto y esfuerzo son los pilares básicos que se deben de trabajar cada día para conseguir un adecuado desarrollo psicosocial. Son requisitos para la creación de un ambiente de compañerismo, cooperación, ayuda, tolerancia, diversión, etc. Logrando que aprendan a saber ganar y saber perder, haciéndoles ver que ganar es una experiencia y perder es una oportunidad. Para que esto sea así, es necesaria que la actividad física sea impartida por profesionales formados.

Los estudios concluyen que la práctica de actividad física durante la escolaridad constituye un eje fundamental para un adecuado desarrollo psicosocial, físico y académico.