Todos somos conscientes de la importancia actual de cuidar nuestro entorno y medio ambiente para asegurar nuestra propia supervivencia. Pero, ¿concienciamos a los niños desde sus primeras etapas en esta labor tan importante?
Desde nuestro colegio creemos que es algo que debemos enseñar a nuestros pequeños desde edades tempranas para cuidar nuestro planeta y mantener hábitos que perduren en el tiempo. ¿Cómo lo hacemos? A través de la ecoescuela, conocida como un centro educativo en el que se ha integrado la sostenibilidad en su modelo pedagógico, utilizamos diferentes recursos y técnicas de autoevaluación.
Estas son algunas de las actividades por las que apuesta nuestra ecoescuela a favor de crear una conciencia medioambiental:
- El reciclaje es el elemento principal, fácil para ellos, donde deberán separar desechos en sus determinados contenedores colocados en todas las clases. Para interiorizar este aprendizaje, a lo largo de la jornada escolar, nuestros alumnos utilizan los contenedores para desechar envases y papel.
- Disponemos de un huerto ecológico que los alumnos tienen a su disposición en las instalaciones del Colegio.
- Elaboramos nuestras propias macetas con envases reciclados con los que aprenderán las fases del crecimiento de una planta.
- En determinadas festividades como Carnaval, Halloween y Navidad utilizamos material de reciclaje para elaborar nuestros disfraces evitando sprays y purpurinas tan dañinos para nuestro medio ambiente.
- Realizamos excursiones a diferentes aulas medioambientales donde disfrutamos de la naturaleza y fomentamos los valores del cuidado de la misma.
- Apagamos las luces cuando no estamos utilizándolas, trabajando de este modo un ahorro energético.
- Implicamos a las familias a un consumo responsable a la hora de participar en cualquier actividad del Centro.
- Durante las Semanas Culturales aprovechamos para realizar actividades plásticas con material de desecho.
- Hemos reducido el uso del papel por parte de profesores, padres y alumnos gracias a las nuevas tecnologías.
- Intentamos reutilizar el papel que vamos usando para otras actividades o utilizarlo de manera responsable y, una vez finalizada la actividad, reciclarlo.
Los niños, cuanto más pequeños son, mejor se adaptan a estos cambios y habilidades y, en un futuro como próximas generaciones, integrarán este comportamiento en su vida diaria ya no solo dentro de la ecoescuela sino fuera de ella, mostrando el reflejo de todos aquellos valores que adquirieron de pequeños en un ambiente de conciencia medioambiental.
Debemos de sentirnos orgullosos ya que es una suerte el pertenecer al proyecto de ecoescuela y poder aprovechar esta oportunidad que en un futuro nuestro planeta nos agradecerá. ¿ A caso no hay mayor satisfacción que sentirnos involucrados en el cuidado de nuestro propio entorno para una vida mejor?
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