Profe, ¿para qué sirve la sintaxis?

He aquí la pregunta del millón a la que nos enfrentamos todos los profesores de Lengua y Literatura al menos varias docenas de veces a lo largo de nuestra carrera docente. Pues, queridos alumnos, si quieren que les diga que tienen una finalidad práctica en la vida, están muy equivocados, o al menos para la mayoría de las personas así es.

Pero empecemos por definir la sintaxis como la parte de la gramática que estudia las reglas y la forma como se combinan las palabras. Entonces, si yo ya sé hablar y escribir previo conocimiento de estas normas, ¿para qué estudiarlo? Además de que la lengua (junto con la historia principalmente) es un vehículo imprescindible para la vertebración del Estado y es útil para la adquisición de un segundo idioma, trataré de ir un paso más allá.

Además de incrementar nuestro potencial en la redacción y expresión, la práctica de la sintaxis mejora nuestra capacidad de razonamiento, de abstracción y de reflexión sobre los principios que rigen los mecanismos lingüísticos. ¿Por qué se analiza una célula en su interior?, ¿por qué desentrañar una ecuación?, ¿por qué analizar las causas de la Gran Guerra? o, ¿por qué diseccionar una oración? Todo tiene la misma respuesta, y es el afán de conocimiento humano, forma parte de nuestra propia esencia el observar la realidad preguntándonos el motivo por el cual funcionan todas las cosas que nos rodean. La sintaxis es la ecografía que nos muestra en interior de nuestro sistema de comunicación, es el órgano vital con el que se crean todas las historias que se han contado, se cuentan y se contarán hasta el fin de los tiempos.

Sé que no es la respuesta que deseabas, y que no todas las preguntas tienen contestación a lo que uno demanda, es más, seguirás pensando en la inutilidad de esta noble disciplina, pero al menos, si hay un puñado de alumnos en los que despierta la curiosidad por mirar con ojos ávidos de saber, algo habremos conseguido.