El premio Nobel de Física de este año 2018 ha sido concedido a los investigadores Arthur Ashkin (EEUU), Donna Strickland (Canada) y Gérard Mourou (Francia), estos dos últimos compartirán la mitad de la dotación económica del galardón.
La Academia de Ciencias Sueca ha querido reconocer las “invenciones revolucionarias en el campo de la física de los láseres”.
La invención que ha hecho merecedor a Arthur Ashkin del reconocimiento son las llamadas “pinzas ópticas”, que abren la posibilidad de manipular sistemas muy pequeños, como virus, células, partículas, átomos… Esto ha posibilitado su uso en el ámbito de la medicina y la biología. Por ejemplo, la luz puede penetrar en el interior de una célula sin romper su membrana y manipular los cromosomas.
También se ha utilizado para capturar bacterias vivas, y para separar células sanguíneas infectadas de células sanas.
Los otros dos premiados, Donna Strickland y Gérard Mourou, han desarrollado un método que permite crear pulsos ópticos de alta intensidad y extremadamente cortos, del orden de una milbillonésima de segundo. Una de las aplicaciones más extendidas son las intervenciones quirúrgicas para corregir la miopía. Como la luz láser se puede concentrar en espacios muy pequeños su intensidad aumenta espectacularmente, por lo que los rayos láser ultrafinos hacen posible taladrar agujeros en diversos materiales de forma extremadamente precisa, incluso en materia viva.
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