Los demonios de Goya. “Caprichos” (1797 – 1799). En la primera parte se vale de las caricaturas para criticar las falacias del amor, la prostitución y la depravación de la clase religiosa y la nobleza. Pero después los personajes adquieren rasgos realmente demoniacos. Fascinación del pintor por los demonios y las brujas, estos personajes ocupan su mente desde 1783. Así pues, la idea de Goya queda enmarcada en el lenguaje pictórico religioso tradicional. Otro de los pintores que representa el infierno es el Bosco. El escritor, Leandro Fernández de Moratín, se ocupó de este tipo de criaturas y transmitió al pintor parte de su inspiración.
Los acontecimientos de la guerra quedan retratados en los grabados “Desastres de la guerra” (1810 – 1814). Fue capaz de ilustrar además de sus propias experiencias, las noticias que circulaban en boca de testigos oculares. Los grabados de Goya no son representaciones de batallas, sino que muestran fusilamientos, violaciones, crueles mutilaciones,…Finalmente, al acabar la guerra añadió una serie de sátiras acerbas contra la Iglesia y el Estado.
Una vez terminada la guerra, Goya se dirigió al gobierno con el deseo de inmortalizar los escenarios de guerra. Goya acometió dos cuadros de grandes dimensiones y eligió como temas dos acontecimientos: la revuelta de la población madrileña el 2 de mayo 1808 y Los fusilamientos de la Moncloa. El primero muestra el crudo enfrentamiento entre los insurrectos y la caballería de los mamelucos em la Puerta del Sol. El segundo resulta mucho más cercano al espectador. Goya ya había empleado composiciones similares en alguno de sus grabados de los Desastres de la guerra. Goya presenta de espaldas o los soldados y confiere dignidad e individualismo a los insurrectos mediante la representación de sus rostros. En esta obra, la fila de militares sin rostro se concentra en una diagonal cerrada con los fusiles paralelos. La dramática iluminación incrementa el efecto de la escena. Goya compuesto su obra de manera que el espectador casi se ve obligado a contemplar la escena desde la posición que ocupan los soldados.
En 1819, Goya compró una pequeña finca a las afueras de Madrid, la llamada Quinta del Sordo. Ese mismo año, el pintor cayó gravemente enfermo. Tras la convalecencia realizó una serie de grabados fantásticos y absurdos. Tan solo los artistas surrealistas del siglo XX se aventuraron a buscar de forma semejante en los abismos de la propia imaginación. No obstante, las pinturas de Goya también son un reflejo de los profundos cambios políticos de la época. (Inquisición).
El pintor aragonés realizó su último gran ciclo pictórico, compuesto por catorce murales, en las dos habitaciones más grande de la casa. Estas pinturas reciben el calificativo de “negras” por los colores predominantes oscuros y la atmósfera tétrica. A finales del siglo XIX, estas pinturas al óleo fueron desprendidas de los muros y transferidas a lienzo. En estas pinturas predominan las fuerzas ocultas, el fanatismo, la violencia y el terror. Las opresivas visiones dan una idea de los miedos del autor y lo presentan como un anciano solitario y sordo con una visión lúgubre y crítica de la vida. Las pinturas de Goya no solo son un reflejo del estado de Goya, también son pinturas muy españolas que participan de la corriente expresionista que se conocerá como el “tremendismo”.
Saturno devorando a un hijo. Dos ideas; el tiempo devora a las personas. O pueden ser los franceses devorando al pueblo español.
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