Muchos estudios demuestran que todas las personas podemos desarrollar lo que se conoce como “ inteligencia matemática”. Pero que unos alumnos lo hacen con más rapidez y otros necesitan de un constante apoyo visual para poder entender lo que tienen que resolver.
En muchas aulas el profesor comete un gran error, y es pensar que son “mejores” en este área aquellos alumnos que resuelven los ejercicios con más rapidez, lo que puede llevar a frustrar a los que necesitan más tiempo pero que lo consiguen también sin ayuda.
Por ello para que ningún alumno piense que se le dan mal las matemáticas es importante evitar valorar más a aquellos que tienen mayor fluidez y rapidez a la hora de responder. Así serán constantes en el aprendizaje desarrollando la creatividad para alcanzar su meta.
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