Trabajo cooperativo para el desarrollo de valores

En el segundo ciclo de Educación Infantil consideramos de gran importancia fomentar el trabajo cooperativo en el grupo-clase.  En estas edades la competitividad y la motivación que sienten para conseguir “ser el mejor” o “ganar”  hace que, en ocasiones, los niños y niñas se olviden de la importancia del compañerismo en el día a día del colegio. Por ello, desde el comienzo del ciclo se realizan actividades que promueven el trabajo en equipo, lo que les permite avanzar en su crecimiento personal a través de la adquisición de valores tales como: respeto, empatía, ayuda mutua o solidaridad, así como de habilidades sociales,  desarrollando el gusto por trabajar de manera cooperativa y aprender los beneficios de utilizarla para alcanzar un fin común.

Estas son algunas de las actividades que se realizan en el centro encaminadas a favorecer el desarrollo de la cooperación:

–  Juego de “la tela de araña”: hay diferentes versiones y se pueden simplificar o complicar en función de las edades de los niños y niñas. Se lanza un ovillo de lana a un compañero/a diciendo lo que se haya acordado (el nombre de quien lo recibe, su comida/color/animal favorito). Quien lo recibe sujeta la lana y lo lanza a otro compañero/a del mismo modo y así sucesivamente. Cuando todos los participantes tienen un trozo de lana agarrado, se trata de deshacer la tela de araña recordando qué había dicho el amigo/a que te lo había lanzado previamente. Con esta actividad favorecemos la comunicación, el respeto o la ayuda mutua y los peques disfrutan muchísimo.

–  El baile del aro: Los niños y niñas se colocan en círculo agarrados de la mano y se mete un aro o dos en los brazos un par de ellos. Se tienen que pasar el aro sin soltarse de las manos, ayudándose, moviéndose de manera simultánea o coordinada para que los aros se muevan de participante en participante. Se favorece la comunicación, la ayuda mutua, la empatía…

–  Actividades en pequeño grupo: Se divide a la clase en pequeños grupos y se les plantea un objetivo que han de lograr dentro de cada pequeño grupo: construir algo, realizar un dibujo o actividad plástica en común… Han de compartir materiales y espacios y ponerse de acuerdo para alcanzar el objetivo. Se favorece la comunicación, el respeto, la empatía, la solidaridad… Se puede complicar la actividad estableciendo un objetivo para toda la clase que alcanzarán con el trabajo de todos los pequeños grupos, por ejemplo: realizar decoración para una fiesta (Carnaval, San Isidro, Halloween, Navidad…): cada grupo se encarga de una cosa (dibujar, recortar, pegar, colgar…) y finalmente con el trabajo de todos se consigue el objetivo final.

–    Aros o sillas cooperativas: En el aula de psicomotricidad o en el patio se esparcen aros de distintos tamaños y colores. Los niños y niñas se mueven con libertad por el espacio y cuando la profesora dice un color, han de meterse en los aros de ese color. La regla principal es que ningún niño o niña se puede quedar fuera de los aros de ese color, por lo que han de buscar estrategias para caber todos en el espacio correspondiente (abrazarse, por ejemplo). Otra versión es jugar al juego de las sillas e ir quitando sillas y que ninguno se quede sin silla (se cogen, se suben unos encima de otros, se abrazan…). Este tipo de actividades favorecen el cariño, las habilidades sociales, el respeto y compañerismo.