En esta definición de la comunicación, no prestamos tanta importancia a la palabra, una poderosa herramienta que crea realidades. No hace falta ser poeta para hacer surgir un mundo habitado por personajes que aman, sueñan, odian, sufren, se ilusionan, luchan, ríen, perdonan y, en definitiva, viven y mueren.
Los lectores somos afortunados al poder acercarnos a sus vidas, al poder sentir experiencias tan diversas durante el pasar de las páginas. Son pieles diversas en las que nos ponemos.
Quisiera proponeros una piel distinta, la mirada aún inocente de un adulto cuyo padre participó en la II Guerra Mundial. Paul, que así se llama, ha recibido la carta de su padre 60 años más tarde. Es un ejercicio realizado por una alumna de 3. º de la ESO.
La verdad es que desde que te fuiste de casa para unirte al ejército te he echado de menos. Han pasado muchos años y hoy me ha llegado tu carta que, a pesar del tiempo, está en perfecto estado. He querido escribirte para que, si me estás viendo, entiendas lo que he sentido desde tu partida.
Cuando a mis cinco años te fuiste de casa, no entendía el porqué te fuiste. ¿Había hecho algo malo? ¿Necesitabas ir a ver a tus familiares? ¿No me querías? ¿Y a mamá? Los días pasaban y yo te esperaba mirando por la ventana cada tarde, esperando que volvieras, pero eso no pasó. Llegaban noticias de la guerra contra Hitler, de toda la gente que moría por bombardeos y mamá estaba preocupada aunque yo no entendía la razón.
Un día llegó una carta a casa, mamá la leyó una y otra vez, y de repente se puso a llorar. Yo cuidé de ella y según avanzaba el tiempo algunas cosas cambiaron. Mamá empezó a empeorar, cada vez venían más médicos y un día mamá ya no estaba en su cama. Desde entonces, me las he apañado solo y hoy me va muy bien. Ya he visitado París y hasta Alemania, no están tan mal después de todo, y, ahora que sé que estuviste allí, iré para ver de nuevo los lugares en los que pudiste estar.
Tu carta me ha dado muchas respuestas y me ha hecho regresar a cuando aún estabas aquí. Te echo de menos, papá y me gustaría que hubieras estado en mi vida.
Paul
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