“En este Día Internacional, insto a que se asuma el compromiso de poner fin a los prejuicios, a que se invierta más en educación en CTIM para todas las mujeres y las niñas y a que se les ofrezcan oportunidades de mejorar sus perspectivas de carrera y su desarrollo profesional a más largo plazo, para que todas las personas puedan beneficiarse de sus innovadoras contribuciones en el futuro”. — Secretario General, António Guterres. El objetivo de esta iniciativa es lograr el acceso y la participación igualitaria en la ciencia de las mujeres.
En la actualidad el número de mujeres con estudios universitarios supera el 50 %, pero en las carreras científico-tecnológicas la cantidad de mujeres es muy inferior a la de hombres. Esta diferencia se acentúa aún más cuando se estudia la proporción de mujeres en puestos de alto nivel como Profesores de Investigación, Investigadores Científicos o Científicos Titulares donde la presencia de mujeres es muy inferior a la de hombres, como se aprecia en el llamado “gráfico de tijera” que aparece el Informe “Mujeres Investigadoras 2016” del CSIC.
La presencia tan baja de la mujer en la ciencia puede deberse a diversos factores sociales como la casi nula visibilidad de las científicas (es difícil encontrar ejemplos de investigadoras que no sean Marie Curie), la imagen de que la ciencia es una vocación eminentemente masculina o la falta de referentes para que las niñas se proyecten en un futuro como científicas.
Este tipo de iniciativa se plantea con el objetivo de no perder el talento y las capacidades de las mujeres, la mitad de la población, en un futuro en el que el avance tecnológico es fundamental para resolver los grandes problemas que tiene la humanidad: crisis en los recursos energéticos, problemas medioambientales…
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